Para despertar el día
sólo necesito sentir la mirada
de tus ojos claros.
Para recordar vivir
y retomar los vientos,
sólo necesito sentir el aliento
de tu boca en mi boca.
Para continuar aquí
y seguir avanzando,
sólo necesito sentir tu voz
acariciando mis oídos.
Para caminar bajo el sol
y continuar bajo la luna,
sólo necesito la luz
de tus ojos claros.
Para levantarme ayer
y levantarme mañana,
sólo necesito sentir hoy
tu piel en mi piel.
Para descubrir amor
y compartir dolor,
sólo necesito sentir la alegría
de tus mariposas.
Para lavar heridas
y refrescar los pasos,
sólo necesito sentir la fuerza
de tus ojos claros.
(FE-2002)
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