Como el Espíritu no es medible, en base a nuestro sistema de medidas convencionales, cae en un ámbito donde, los científicos y su método científico, no tienen ningún dominio o poder sobre las variables, por muy mínimas que sean, de forma que no pueden generar un modelo que satisfaga su ego-intelectual.
Entonces, los científicos, caen en un discurso de desaprobación, o incluso de burla, que al final los estanca y como se les da una tarima preferencial para hablar, como "reverendos" o "gurus" de una "nueva religión", generan mucho daño, coartando libertades tanto de sentimiento como de pensamiento.
Aún así, veo que hay una vía alternativa y que cada vez hay más gente que estamos en ese camino, lo cual me alegra y motiva a seguir mostrando lo que voy leyendo de este maravilloso universo...
(FE-2013)
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