Sabes por qué apuntas ahí y no a otro lado?
Observa... siente... deja que tus sentidos te guíen...
Tu Ser está sumergido en tu cuerpo...
Tu alma habita en tu corazón...
Tu mente es su ventana al mundo exterior, es el procesador, por el cual los mensajes de tu infinito interior, se traducen al lenguaje de nuestro limitado estado de consciencia en el instante particular de cada experiencia material...
No puedes escuchar ni escucharte siendo un vaso dado vuelta, ni tampoco siendo un vaso agujereado, ni menos si eres un vaso lleno de veneno...
Por eso debes cuidar que el ruido del ego no bloquee tu mente, quitándole al corazón la posibilidad de ver en las dimensiones densas de la materia, visión necesaria para el movimiento del Ser en este espacio de aprendizaje y crecimiento, para encontrar tu libertad, que te permitirá ver donde los ojos no alcanzan a ver, ni a comprender...
(FE-2014)
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