comenzando toda una serie de aprendizajes y la consecuente incorporación de nuevos conocimientos...
es realmente hermoso ver ese crecimiento conjunto, que no se da ni cuando eres hijo, ni en el colegio, ni en la universidad, mucho menos en el trabajo...
todo comienza con el primer llanto, luego el balbuceo de algunas sílabas, después unos pasos vacilantes... para luego verlos gozar con su equipo dentro y fuera de la cancha con la ovalada, todo el respeto y disciplina en el dojo, la alegría en el escenario haciendo música con su grupo o juntos también, así como esas pedaleadas agotadoras o esas largas horas remando perdidos en algún lago o río del sur...
reflexionando y cuestionando lo humano y lo divino...
exigiendo la mente y el alma al máximo para responder esas preguntas que incluso nunca me había hecho...
los niños no interrumpen nuestro trabajo, ellos son nuestro trabajo más importante!
Qué tengan una noche mansa y tranquila...
(FE-2019)
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